Uno de los componentes complejos en el costo de los muebles, además del traslado, del diseño y materiales, son los recursos que agotan la naturaleza.
La globalización, dicen, es un proceso negativo, porque tiende a unificar, a despersonalizar y sobre todo parece que va a una velocidad superior a la escala humana. Una enorme masa de información se mueve de manera abrumadora, sin embargo en el aspecto de la conciencia ecológica es una herramienta importante. Nos ha permitido tomar conciencia sobre la sensatez en la generación de desperdicios.
Ya no podes meter los desperdicios debajo de la alfombra, sin importar qué tan lejos se intente enterrar la basura, está cerca de algo, de otros seres humanos, generando problemas conocidos e incluso nuevo.
La conciencia ecológica aconseja reutilizar los recursos que se descartan. Sobre todo la que se extrae de árboles, pues la tala está des balanceando la capacidad del planeta de regenerarse, de ofrecer nueva materia prima, contribuyendo al proceso de desertificación.
Desde el arte, como suele ser, algunos diseñadores se han propuesto enfrentar el problema, en vez de dejarlo de lado para que otro lo resuelva, con imaginación, voluntad, serruchos, pintura, clavos, adhesivos y lijas en ristra, emprenden un trabajo de conversión de desperdicios en muebles.
Desperdicios de plásticos, maderas, cartones, alambres, metales descartados por oxidación, papel, son materia prima.
Sin dejar de lado que los propios elementos constructivos, clavos, pinturas, son a su vez elementos que también están en la mira de los recursos que escasearán si no se toma precauciones, se usan aceites de linaza o naturales, o mismo las pinturas, obtenidas o fabricadas con estándares ecológicos.
Les dará un aire rústico y cálido de los muebles artesanales, al hogar, además de contribuir a la protección de los recursos del planeta, otorga un extra de diseño y confort.
Los bosques moderan la temperatura del planeta, intervienen en el ciclo hidrológico y en la salud de conservación de los suelos, la tala de la industria está provocando que la tierra pierda su capacidad de regenerar nutrientes y por lo tanto ponen en peligro a la propia humanidad, experta en auto inmolarse.
Se dice que se extinguen aproximadamente cincuenta mil especies de árboles al año utilizados en muebles, papel, medicina, cosmética, la humanidad crece, la demanda también.
Tendremos que aprender a ser consumidores responsables y una buena forma es empezar por interesarnos en qué mobiliario necesitamos que a su vez está en armonía con el medio ambiente.
La idea del edificio sustentable, ya está en los tableros de diseño de los arquitectos, así como sus futuros moradores, es hora de encontrar el modo en que los muebles también cuenten con algún procedimiento que les permita ser autosustentables.
Empezar con mobiliario basado en el principio de la reutilización de recursos que de otro modo se desperdiciaría es un buen aporte.